Marrakech, conocida como la “Perla del Sur” o la “Ciudad Roja” por sus inconfundibles paredes de adobe, es uno de los destinos más fascinantes de Marruecos. Más allá de su vibrante plaza Jemaa el-Fna, los jardines Majorelle o el ajetreo de sus zocos, esta ciudad esconde rincones, historias y peculiaridades que no siempre están en las guías turísticas. A continuación, te presentamos algunas de las curiosidades menos conocidas de esta encantadora urbe.
1. El secreto del color rojo de Marrakech
Marrakech recibe su apodo de «Ciudad Roja» gracias al característico tono de sus edificaciones. Este color proviene de una mezcla de arcilla y agua utilizada en la construcción tradicional, pero ¿sabías que este tono cambia ligeramente con el paso del día? Bajo el sol ardiente del mediodía, las fachadas se ven intensamente rojizas, pero al atardecer, adquieren un tono anaranjado o rosado, creando un espectáculo visual único que ha inspirado a innumerables artistas y fotógrafos.
2. Un palacio que nunca fue terminado: El Badi Palace
El Palacio El Badi, construido por el sultán Ahmad al-Mansur en el siglo XVI, fue diseñado para ser una maravilla arquitectónica. Sin embargo, gran parte de sus materiales fueron desmantelados para construir otros palacios en Meknès, la nueva capital de Marruecos en aquel entonces. Lo que queda hoy son ruinas, pero las leyendas cuentan que su sala del trono estaba decorada con oro y mármol traído desde Italia, Portugal y la India. Es un lugar perfecto para imaginar la opulencia que alguna vez tuvo y disfrutar de sus festivales anuales de música.
3. Marrakech y los gatos: Un vínculo especial
Si caminas por las calles de Marrakech, notarás la presencia constante de gatos. Estos felinos son muy queridos por los marroquíes, no solo por razones religiosas (el Islam considera a los gatos como animales limpios y benditos), sino también porque históricamente ayudaron a controlar las plagas en los zocos. Muchos comerciantes los cuidan y alimentan, y es común verlos dormitando en los puestos de especias o textiles.
4. La Torre de la Koutoubia: Mucho más que un minarete
La Mezquita de la Koutoubia es uno de los emblemas de Marrakech, pero pocos saben que su minarete sirvió de modelo para otras famosas construcciones, como la Giralda de Sevilla y la Torre Hassan de Rabat. Además, se dice que está prohibido construir edificios más altos que este minarete dentro de la ciudad, lo que asegura que siga dominando el skyline de Marrakech.
5. Un reloj de agua milenario
En el corazón de Marrakech, dentro de la Mezquita Ben Youssef, se encuentra un vestigio de la antigua tecnología árabe: un reloj de agua que, según se cree, data del siglo XIV. Aunque actualmente no funciona, este artefacto era utilizado para marcar los horarios de las oraciones. Se cree que el mecanismo era tan avanzado para su época que sigue siendo objeto de estudio por parte de los historiadores.
6. El lado verde de Marrakech: Jardines ocultos
Si bien los Jardines Majorelle son los más famosos, Marrakech alberga otros espacios verdes menos conocidos pero igualmente impresionantes. Un ejemplo es el Le Jardin Secret, ubicado en el corazón de la medina. Este jardín histórico, restaurado recientemente, combina elementos islámicos y exóticos, ofreciendo un remanso de paz lejos del bullicio de la ciudad. Además, su diseño refleja las antiguas técnicas de riego tradicionales marroquíes.
7. Una muralla con historia viva
Las murallas de Marrakech, que rodean la antigua medina, no solo servían como fortificación defensiva. Se dice que algunas de las puertas, como Bab Agnaou, tienen inscripciones que contienen mensajes enigmáticos o incluso referencias a estrellas y constelaciones, lo que sugiere que fueron diseñadas con conocimientos astronómicos.
8. Los encantadores de serpientes: Más de lo que parece
Un espectáculo típico en la plaza Jemaa el-Fna son los encantadores de serpientes, pero lo que muchos desconocen es que, en realidad, las serpientes suelen estar entrenadas para reaccionar al movimiento y no al sonido de la flauta. Además, estos encantadores forman parte de una antigua tradición bereber relacionada con el misticismo y la curación espiritual.
9. Marrakech y el cine
La ciudad no solo atrae a turistas, sino también a cineastas. Muchas películas internacionales se han rodado aquí, desde “Lawrence de Arabia” hasta “Misión Imposible: Protocolo Fantasma”. Su paisaje, con una mezcla de arquitectura tradicional y exótica, la convierte en un escenario ideal para grandes producciones.
10. El hammam más antiguo de la ciudad
Los hammams, o baños públicos, son una parte esencial de la cultura marroquí. En Marrakech, el Hammam Mouassine es uno de los más antiguos en funcionamiento, construido en el siglo XVI. Este lugar no solo ofrece una experiencia relajante, sino que también permite sumergirse en la tradición ancestral del cuidado corporal y la purificación espiritual.
11. El zoco de los tintoreros
Uno de los rincones más fascinantes y menos visitados de la medina es el zoco de los tintoreros, donde aún se practica el arte de teñir telas con técnicas tradicionales. Aquí, puedes ver cómo los artesanos manipulan hilos de lana y algodón, sumergiéndolos en grandes cubas llenas de tintes naturales hechos de plantas, raíces y minerales.
12. Marrakech y su relación con la astronomía
Históricamente, Marrakech ha sido un punto clave para la observación astronómica en Marruecos. Las antiguas madrasas (escuelas islámicas) como Ben Youssef eran centros de aprendizaje donde se estudiaban las estrellas para la navegación y la agricultura. Incluso hoy, algunos guías locales ofrecen tours nocturnos para disfrutar de las estrellas desde las montañas cercanas.
Conclusión
Marrakech es mucho más que una postal de zocos y palacios. Es una ciudad que respira historia, arte y cultura en cada rincón. Descubrir sus curiosidades menos conocidas te permitirá apreciar aún más su riqueza y diversidad, invitándote a explorarla con ojos curiosos y mente abierta. La próxima vez que visites esta joya de Marruecos, recuerda mirar más allá de lo evidente y adentrarte en sus secretos mejor guardados.
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