En la última década, Marruecos ha transformado su industria automovilística, consolidándose como un actor clave en la producción de vehículos. Este auge ha comenzado a desplazar la fabricación de coches desde España, gracias a una combinación de factores estratégicos, económicos y logísticos. Esta evolución no solo redefine el panorama industrial de Europa y el norte de África, sino que plantea retos significativos para España, tradicionalmente un líder en este sector.

De ensamblador a líder en producción

Desde que comenzó su andadura automovilística en 1957, Marruecos ha recorrido un largo camino. Lo que inicialmente se limitaba al ensamblaje de vehículos ha dado paso a una industria altamente sofisticada. En 2023, el país logró producir más de 500.000 unidades, un aumento del 15% respecto al año anterior, con exportaciones valoradas en 13.000 millones de euros. Estos resultados lo colocan por delante de países como Hungría y Rumanía, y cada vez más cerca de alcanzar a Polonia en volumen de producción.

El gobierno marroquí ha fijado metas ambiciosas para este sector. Se espera que la capacidad productiva actual de 700.000 unidades aumente a 1,4 millones de vehículos anuales para 2028, lo que situaría a Marruecos al nivel de países como Francia.

Claves del éxito marroquí

1. Costes laborales competitivos: Con un salario mínimo que ronda los 600 dólares mensuales, Marruecos se presenta como un destino atractivo para las grandes multinacionales. Este factor ha llevado a gigantes como Renault y Stellantis a invertir en el país.


2. Ubicación estratégica: Su cercanía a Europa y su infraestructura de transporte, como el puerto de Tánger Med, facilitan la exportación directa de vehículos hacia mercados europeos. La planta de Renault en Tánger es un claro ejemplo de eficiencia logística, con trenes diarios que trasladan coches directamente al puerto para su distribución.


3. Apuesta por el coche eléctrico: Marruecos ha comenzado a posicionarse en la transición hacia la movilidad eléctrica. En 2023, inauguró su primera fábrica de baterías, un paso clave para captar inversiones del mercado chino y europeo. Esto refuerza su capacidad para competir en un sector de creciente demanda.


4. Políticas de apoyo e incentivos: El gobierno marroquí ha implementado una serie de medidas para atraer inversión extranjera, incluyendo beneficios fiscales y la creación de zonas industriales especializadas.



¿Cómo afecta esto a España?

España, históricamente uno de los mayores productores de vehículos en Europa, enfrenta una creciente competencia. La combinación de menores costes en Marruecos y su enfoque en tecnologías emergentes, como los coches eléctricos, ha llevado a algunas empresas a reubicar su producción. Además, el crecimiento de Marruecos podría atraer inversiones que, en otras circunstancias, habrían elegido a España.

Sin embargo, también existen oportunidades de colaboración. Un Marruecos más fuerte en lo económico puede beneficiar a España a través de una mayor demanda de bienes y servicios. La clave para España estará en adaptarse, enfocándose en la innovación y el valor añadido para mantener su relevancia en el sector.

Curiosidades y datos destacados

Sostenibilidad como bandera: La planta de Renault en Tánger opera completamente con energía renovable, siendo pionera en África.

Crecimiento exponencial: Entre 2021 y 2023, las exportaciones de la industria automovilística marroquí crecieron un 27%, incluyendo sectores clave como los sistemas de cableado y propulsión.

Interés asiático: Empresas chinas, como Gotion High-Tech, están invirtiendo en Marruecos para fabricar baterías y componentes eléctricos, consolidando su posición en la transición energética.


Un futuro lleno de retos y oportunidades

El auge de Marruecos en la fabricación de coches refleja cómo las dinámicas globales están cambiando. Para España, este desafío puede ser una oportunidad de reinventarse, potenciando su capacidad de innovación y su experiencia en sectores de alta tecnología. Mientras tanto, Marruecos sigue consolidándose como un actor clave, no solo en África, sino en el mercado automovilístico global.

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