Rabat / Al Hoceima – El líder del movimiento Hirak del Rif, Nasser Zefzafi, recibió un permiso excepcional de las autoridades penitenciarias marroquíes para salir de la cárcel de Tánger II y asistir al funeral de su padre, Ahmed Zefzafi, fallecido tras una larga enfermedad. La imagen de Zefzafi en Al Hoceima, junto a miles de personas, volvió a colocar su figura en el centro del debate político y social marroquí.
Un discurso de unidad nacional
Durante el funeral, Zefzafi sorprendió con un mensaje contundente de reconciliación patriótica:
“El interés de la patria está por encima de cualquier otro interés. Y cuando hablo de patria me refiero al Sáhara, al sur, al norte (el Rif), al este y al oeste.”
Lejos de alimentar divisiones, el exlíder del Hirak quiso dejar claro que su compromiso no se limita al Rif, sino a todo Marruecos. Con esas palabras, rompió etiquetas que durante años lo presentaban como separatista, y dio un giro simbólico hacia la unidad territorial.
Reconocimiento a la administración penitenciaria
En medio de la emoción, Zefzafi también expresó agradecimiento a la administración penitenciaria, que le permitió asistir al entierro:
“Este gesto no habría sido posible sin la gracia de Dios primero, y luego sin la labor de la administración.”
Un mensaje que, más allá de lo personal, fue leído como un intento de tender puentes en un contexto de tensiones históricas entre el Estado y el movimiento rifense.
El peso del símbolo: “el padre de los hombres libres”
En un momento cargado de emoción, Zefzafi describió a su padre como “el padre de los hombres y mujeres libres”, reafirmando el papel moral de Ahmed Zefzafi dentro del Hirak y en la conciencia colectiva de muchos rifeños. Su figura fue recordada como ejemplo de dignidad y resistencia pacífica.
Contexto y repercusiones políticas
El permiso concedido a Zefzafi llega mientras sigue cumpliendo una condena de 20 años por encabezar las protestas del Hirak en 2017. La decisión, tomada en un momento de duelo, refleja cierta sensibilidad institucional. Al mismo tiempo, la aparición pública de Zefzafi ha renovado las voces de organizaciones de derechos humanos que exigen la liberación de todos los presos del Hirak.
Más allá del simbolismo inmediato, su discurso patriótico ha abierto un debate en Marruecos: ¿estamos ante un posible inicio de reconciliación o simplemente ante un gesto puntual por motivos humanitarios?
Conclusión
El regreso temporal de Nasser Zefzafi a su tierra natal fue breve, pero su mensaje resonó con fuerza. En medio de la tragedia familiar, se mostró como un patriota que sitúa a Marruecos por encima de todo. Un discurso que puede marcar un antes y un después en la percepción pública de su figura.
¿Crees que el caso de Zefzafi puede abrir un camino hacia la reconciliación entre el Estado y el Rif? Déjanos tu opinión en los comentarios y comparte este artículo.
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