
Melilla ha vivido hoy una jornada especial con la celebración de su Día grande, un acto institucional cargado de emoción y simbolismo que reunió a autoridades, representantes de las distintas comunidades y a numerosos ciudadanos.
El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, tomó la palabra para destacar la importancia de la convivencia en Melilla y recordar los retos que afronta la sociedad. En su intervención, también hizo un breve llamamiento a la paz internacional, mencionando la necesidad de detener la masacre en Gaza, aunque sin emplear el término “genocidio”. Un gesto que no pasó desapercibido, pero que se situó en un plano secundario frente al tono general de unidad y celebración.
Uno de los momentos más significativos de la jornada fue la participación de los representantes de las diferentes comunidades religiosas de la ciudad. La comunidad cristiana, la islámica, la hindú y la judía compartieron palabras de esperanza, respeto y compromiso con la convivencia. Su mensaje común volvió a mostrar que Melilla es un espacio único donde la diversidad cultural y religiosa convive como un ejemplo vivo.
El acto concluyó con un espectáculo de fuegos artificiales que iluminó el cielo melillense, poniendo fin a una celebración que, más allá de la solemnidad institucional, recordó a todos que la riqueza de Melilla está en su pluralidad y en la capacidad de construir juntos un futuro compartido.


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