
La mañana de hoy quedará marcada en la historia. La Comisión de Investigación de las Naciones Unidas sobre el Territorio Palestino Ocupado e Israel ha emitido su conclusión más demoledora hasta la fecha: Israel está cometiendo genocidio contra el pueblo palestino en Gaza.
Ya no se trata de opiniones de expertos, de ONGs ni de periodistas en el terreno. Es una declaración oficial de un órgano de la ONU, creado por los propios Estados miembros, con todo el peso jurídico y político que eso significa.
El informe afirma que las autoridades israelíes han ejecutado cuatro de los cinco actos tipificados como genocidio bajo el derecho internacional:
Asesinatos masivos de civiles palestinos.
Daños graves físicos y psicológicos contra una población entera.
Imposición deliberada de condiciones de vida insoportables, que buscan destruirlos como sociedad.
Medidas destinadas a impedir nacimientos, con una intencionalidad explícita de borrar al pueblo palestino.
La Comisión insta a Israel y a todos los Estados del mundo a cumplir sus obligaciones legales internacionales: detener de inmediato el genocidio y juzgar a los responsables.
Esto supone un terremoto diplomático y jurídico de dimensiones incalculables.
Durante meses, el pueblo palestino y gran parte de la sociedad civil internacional han denunciado lo que estaba ocurriendo en Gaza: bombardeos indiscriminados, hambruna provocada, hospitales destruidos, niños asesinados.
Hoy, la ONU lo nombra con todas sus letras: genocidio.
La pregunta ahora es clara: ¿seguirá el mundo mirando hacia otro lado, o por fin asumirá la responsabilidad de detener esta barbarie?
Os leemos en comentarios.


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