محمد السادس يعلق عيد الأضحى بالمغرب: دعوة للتضامن في زمن الأزمة

El rey Mohamed VI de Marruecos ha instado a la población a abstenerse de celebrar este año la tradicional festividad del Eid al-Adha, conocida como la Fiesta del Cordero, debido a la prolongada sequía y la escasez de ganado que afectan al país. Esta festividad, una de las más importantes en el calendario musulmán, estaba programada para el próximo mes de junio.

El anuncio fue realizado por el ministro de Asuntos Islámicos, Ahmed Taoufik, quien transmitió un mensaje del monarca durante el noticiero principal de la cadena marroquí Al Oula. En su comunicado, Mohamed VI destacó la significativa disminución en la población de ganado, atribuida a los desafíos climáticos y económicos que enfrenta Marruecos. Además, subrayó que la celebración de la fiesta en estas condiciones podría perjudicar a amplios sectores de la población, especialmente a aquellos con ingresos limitados.

La última vez que Marruecos suspendió esta festividad fue en 1996, cuando el entonces rey Hasán II tomó una decisión similar debido a una severa sequía. En los últimos seis años, Marruecos ha experimentado una sequía extrema que ha reducido las reservas de agua de los embalses a menos del 30% de su capacidad y ha provocado una disminución del 38% en la cabaña ganadera desde 2016.

Ante esta situación, las autoridades han recomendado reducir el consumo de carne y limitar los sacrificios de animales para permitir la recuperación del sector ganadero. Como medida temporal, Marruecos ha firmado un acuerdo para importar 100.000 corderos desde Australia, con el objetivo de estabilizar los precios en el mercado local y garantizar el suministro de carne.

El Eid al-Adha conmemora la disposición del profeta Ibrahim (Abraham) a sacrificar a su hijo en obediencia a Dios. Tradicionalmente, las familias musulmanas sacrifican un animal, generalmente un cordero, y comparten la carne con familiares y personas necesitadas. Este año, el rey Mohamed VI ha instado a los ciudadanos a conmemorar la festividad mediante la oración colectiva, la solidaridad y la caridad, en lugar del sacrificio habitual.

Esta decisión refleja la gravedad de los desafíos climáticos y económicos que enfrenta Marruecos y busca proteger a las familias más vulnerables en un contexto de recursos limitados.